No me lo creía, pero si era imposible, -pensaba. Hasta hace unas semanas llevaba el anillo vaginal... Era totalmente imposible estar embarazada... pero ahí estaban las dos rayitas rosas. Aunque no daba crédito, era feliz, había
ERA LA PERSONA MÁS FELIZ DEL MUNDO.
Fui a la terraza para enseñárselo a Mario, estaba desayunando y se lo puse encima de la mesa sin decir nada.. Me miró... y su cara fue igual que la mía..
No nos lo podíamos creer, ahora si que si, ¿Íbamos a ser papis? me abrazo y yo le abrace más fuerte todavía.
Me hice mi café como pude y me senté con él a desayunar. No quería decírselo a nadie hasta pasar las doce semanas, ya sabía lo duro que era perder un bebé y lo duro que era tener que decírselo a todo el mundo, o que la gente te preguntara que tal iba todo y tú tener que decir que le habías perdido, así que aunque se lo dije a un par de amigas, iba a ser un secreto absoluto hasta pasar las 12 primeras semanas.
Mario y yo seguimos disfrutando de nuestras vacaciones, y más que nunca.
Al volver de Benalmádena, nos íbamos a valencia, así que no me dio tiempo a pedir cita en el gine ni nada.
Disfrutamos nuestra semanita en valencia... y no parábamos de pensar en llegar y ver a nuestra lentejita, otra vez esa ilusión, esa magia, no me lo podía creer, aunque no sabéis el miedo que tenía... me asustaba por todo, y aun que mira que soy una persona positiva, pensaba que todo iba a salir mal.
Cuando llegamos pedimos cita en mi ginecóloga y nos dieron para el 30 de Julio.
Deseando que llegará el 30 de julio.... se me hacían eternos los días.
Cuando llego, íbamos los dos super nerviosos, Mario no paraba de repetirme, ya verás como está todo bien cariño, no te preocupes.
Cuando me llamaron, entre en la consulta y la gine me miro con cara de .. ¿Otra vez? y me sonrió.
Le dije que si, que estaba embarazada, que hace unas semanas me había hecho la prueba.
Me paso a la camilla y me miro a ver si había latido y demás, me dijo que si que estaba embarazada, pero que aún no se le veía latido... medía 0,37 cm.
Ayyy 0,37 cm -pensé
pero si es diminuto...
Cuando salimos de la consulta, yo estaba rayadilla, ya que la otra vez miediendo eso ya le vió latido... aunque tampoco quería pensarlo más. La lentejita estaba ahí.
Mario y yo nos fuimos a Madrid capital a pasar la tarde,(Vivimos en un pueblecito de madrid), no parábamos de hablar de ello... vaya dos!
Pasaban los días y.... ¡que difícil era mirar a mi madre y no decirla nada!... pero tenía que aguantar, no quería que sufriera ni yo ni nadie.
La siguiente cita con el gine era el 21 de Agosto, justo antes de irnos Mario y yo a Oropesa..
¡Vaya veranito nos estábamos pegando! que alegría. De playa en playa y yo otra vez con un corazoncito dentro. Todas las noches le pedía a mis dos angelitos de la guarda que por favor esta vez saliera bien, no podría superar otro palo así. Les pedía por favor que le cuidaran dentro de mami, que cuando le tocará nacer ya me encargaría yo.
Cada vez iba fumando menos, lo quería dejar de golpe, pero me daba mucha ansiedad, así que fui reduciendo poco a poco. En oropesa no fume nada de nada, y a la vuelta algún cigarro de vez en cuando, pero vamos nada. Así que estaba muy muy contenta, estaba consiguiendo todos mis propósitos. Solo quería que mi peque creciera sano, y para ello, mami tenía que poner todo de su parte.
Bueno, os cuento lo importante... nada más sentarme el 21 de agosto en la sala de espera, era un puro flan, no podía articular palabra... estaba muy nerviosa. ¿Y si no tenía latido? -Pensaba
Otra vez no por favor... otra vez no.
Me llamo, y entramos Mario y yo en la consulta, deseando verle más grande y bombeando sangre.
Me tumbé en la camilla (Como siempre) y no paraba de mirarle la cara a la gine, ya la conocía de sobra y sabía cuando algo iba mal.
Mira Isabel, ya se le ve latido
-Se me quito un peso enorme y por fin después de un mes de angustia pude respirar.
Medía 2,45 cm y estaba exactamente de 9 semanas más 1 día.
Aun que sinceramente aún no quería ilusionarme mucho ni comprar nada, ya que en el antiguo embarazo , a esas semanas de gestación también estaba todo perfecto.
Así que bueno nos fuimos otra vez a la playita Mario y yo y a seguir disfrutando de las últimas vacaciones de verano..
Eso si, todo el día vomitando y con ascos a las comidas, cogí asco a los huevos, a las salsas, a casi todo.
Pero era feliz, eso significaba que todo marchaba bien... síntomas de embarazo, la gente los odio (normal) pero para mi eran mi tranquilidad.
Al volver pedí la cita de las 12 semanas, esa si que si me daba miedo... ya que en mi antiguo embarazo no llegué a ella a falta de tres días... Si superaba esa ecografía ya podría empezar a tranquilizarme y respirar.
Me dieron cita para el 9 de septiembre..
Ahora solo tocaba esperar.... ¿Estaría todo bien? Cada día era un logro.
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